Sin olvidar tu nombre,
susurrando en tu aliento,
corrijo el recorrido de mis pies despistados.
Con las ganas de verte prendidas al abrigo
y esa canción meciéndome despacio.
Sin reparar en daños,
sin atar la alegría,
secuestras los minutos, retuerzo los horarios.
Andando por la cuerda en precario equilibrio,
con los ojos vendados.
Con el alma amarilla.
Con los labios ardiendo
por las ganas cerriles y hambrientas de besarnos,
nos dejamos llevar y la vida nos vive
sin tener que atraparla con un trato.
Aquí estoy, de camino
nuevamente a tu casa
donde mi cara oculta se ve resplandeciente.
Aquí vuelvo, a esconderme de mí misma en tu abrazo
y que mi corazón se torne verde.
Que bonitoo😊
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