Le pido al universo que te traiga
o que me lleve a mi a tu trinchera.
Que me calme las ansias de besarte.
Que te calme las ganas
de devorarme entera.
Le pido al cosmos que dibuje el camino
que enrede tu reloj con mi cintura
para que cuando salte el minutero
te dirijas ligero
a perderte en mis dunas.
Le pido que encontremos la manera
de acelerar el paso de los días.
Que bailemos al ritmo de las olas
y que todas las horas
sean tormentas vencidas.
Le pido al cielo un refugio en tu alfombra
salpicada de estrellas encendidas,
en el que vaciar nuestras maletas,
quitarnos las caretas
y jugar sin medida.