He olvidado por qué.
He perdido los mapas,
la postal que ilustraba
la senda que empecé.
Me distrajo el murmullo
del aire en los almendros.
Me distrajo la fuente
que me calmo la sed.
Me he quedado parada
mirando hacia los lados,
sin saber si ir al este
o hacia el anochecer.
He observado mis manos
por si guardaran pistas.
He palpado mi alma
y me he olido la piel.
Me he hurgado las entrañas
por saber qué he perdido,
por qué cambió mi sueño
y qué me despertó,
qué confunde mis pasos,
qué espejismo me ciega.
Comprobar si hay oasis
o me deslumbra el sol.
Quiero reconocer
la brújula en mi pecho,
la sorpresa en los ojos,
las ganas de bailar,
la fuerza de mis muslos
para saltar montañas,
el fuego en las mejillas,
las alas…
Y volar.