Me tienta abrir de nuevo la puerta del trastero,
bajar las escaleras
y acurrucarme al fondo,
al lado de los cuadros que no quise ver puestos,
cubierta con la ropa
que dejó de servirme.
Apagaría la luz y cerraría los ojos,
abrazaría mi cuerpo
para intentar cuidarme.
Sacaría de la mente todos los pensamientos.
Borraría de mi piel
todas las sensaciones.
Me quedaría hibernando aunque afuera es verano,
suspendida en el aire
como mota de polvo.
Como nota de música hundida en el silencio,
me quedaría callada,
escuchando el vacío.
Así, como otro trasto fútil e inanimado,
que el polvo me cubriera
y entrasen las termitas
a comerme despacio, perforando mis huesos,
haciendo caminitos
que ahuequen mis entrañas.
Para pasar el tiempo,
deshacer el ovillo.
Encoger el abismo abierto en mis contornos.
Sumergirme en la nada liberará mis llamas
y así quizás encuentre,
de nuevo,
mi sustancia.
“Empty Shelf, Closed Door” by Mark Turnauckas is licensed under CC BY 2.0