Como la sal que el mar me deposita
espero tu sudor sobre mi cuerpo.
Como baila la espuma de las olas
aguardo el jugueteo
mojado de tus labios.
Así como me mecen las mareas
deseo el embate fiel de tus caderas.
Que tus manos desordenen mi pelo
como blancas gaviotas
volando entre las velas.
Que la brisa de tu aliento en mi rostro
me devuelva el aroma
del mar en el invierno.
Que tus dedos como algas me recorran
y tatúen en mi piel el mapa del tesoro.