La virtud de los semáforos en rojo.
La soterrada voz de una escombrera.
El agua de la fuente de mi infancia.
La sal del mar. Las ventanas abiertas.
El Rastro. Fuencarral. Plaza de Oriente.
Mi nombre con el jazz sonando cerca.
El blues, los cantautores, la poesía,
El Kanka, Alcalá, pasear con Tea.
La vida entera pintada de colores.
Pensar en ir descalzos cuando nieva.
Los martes, con mi swing y tus relatos.
La pizza Inferno, los tés y las cervezas.
Contarnos los secretos cada noche.
Los buenos días con sol aunque nos llueva.
Las calles de Toledo y tus escritos
en una sola una pieza se entremezclan.
Tantas cosas en mi se han transformado,
se han bañado en la luz de tu existencia.
Tantas cosas nunca serán lo mismo
porque las has cubierto de tu esencia.