Cuando miro adelante se ilumina
la línea que dibuja
el final de la tierra.
Luce para indicarme que me acerque.
El asfalto abrillanta
su cochambre grumosa,
alquitranada.
“Has tomado los giros adecuados”,
supongo que me dice.
Abro los ojos. Me siento tan libre
a salvo de tejados
que intentan atraparme…
Solamente prisionera del aire.
Los colores rotundos que la vida me entrega
me adornan la mirada.
A veces tras las lágrimas
A veces con el goce, la risa, la desgana.
A veces con el ruido
o el cansancio.
Después de las palabras
que estallan como obuses en mi cara.
O después de los gritos
que arroja como balas
mi garganta.
Y todo me da forma.
Y todo me desnuda y me engalana.
Por eso veo la línea de horizonte
con estos ojos
hoy más míos que nuca,
y brilla. Igual que brilló yo
al ir soltando lastre.
Y bruma.
Y capas.
17.08.17