La princesa maldita
te persigue vestida de ti misma,
con collares pesados
y callados pesares con que arrugar tus hombros.
La maldita princesa que te tiene cautiva,
que te aparta del mundo
y roba tus instintos.
Habitas desde siempre ahogada en su secuestro.
Te encerró
con su apodo despectivo
como una nana sorda:
“Princesa, que eres una princesa…”.
.
Princesa sometida
que guarda el protocolo.
No protestas. No muestras. No muerdes.
Te contienes.
Tu salvaje, enjaulada, araña y se despeina.
La celda eres tú misma
por eso te destrozas desde dentro.
La maldita, perfecta, sufriente princesita.
Que guarda la distancia.
Que agacha la cabeza.
Sumisa cortesana que te fuerza y no lloras
pero contienes rabia
hirviendo en las entrañas.
.
Ya sabes, las princesas sonríen
y no incomodan,
por eso te disculpas si pareces humana.
La princesa que estudia.
Que regresa a su hora.
Que no causa problemas.
Que consigue un trabajo.
Que forma una familia.
Que tiene varios hijos.
Que cuida su palacio.
“Eres una princesa”.
.
Lo eres y lo detestas.
Heredaste la tiara
en el preciso instante que dejaste su cuerpo.
A ambas os compadezco.
Sé que ella también sufre
porque un día fue princesa
y hoy continúa reinando.
.
“Little princess” by Sreejith K is licensed underCC BY 2.0